En la era actual, la sociedad enfrenta una interconexión de crisis que se manifiestan no solo a nivel ambiental, social, económico y geopolítico, sino también en la esencia misma de los estilos de vida. La incertidumbre, los miedos y las angustias derivadas de eventos globales, con el agregado de las pandemias y los conflictos bélicos, han dejado una profunda huella en el tejido social, impactando de manera significativa en el capital humano de las organizaciones e instituciones.

  1. Crisis de Representación

Una de las causas fundamentales de la situación actual es la crisis de representación que afecta a diversos sectores de la sociedad. La brecha entre los líderes y sus comunidades ha generado un vacío que deja a muchas personas desencantadas y cuestionando el sistema. Esta falta de conexión entre los líderes y la base social crea un terreno fértil para la desconfianza y la falta de sentido.

  1. Impacto en el Capital Humano

La incertidumbre y la falta de sentido resultantes de la crisis de representación no solo afectan a nivel político y social sino que también tienen un impacto directo en el capital humano de las organizaciones e instituciones. La gestión de este capital humano se convierte en un desafío crucial para las empresas en tiempos de crisis y en función de los cambios de paradigmas hacia el futuro.

  1. Crisis de Percepción y Mirada Sistémica

Otro factor que contribuye a la complejidad de la situación es la crisis de percepción. Muchos líderes empresariales pueden verse atrapados en una visión limitada y sesgos confirmatorios, incapaces de comprender la transversalidad y verticalidad de los cambios que estamos experimentando. La falta de una mirada sistémica obstaculiza la capacidad de anticipar y gestionar los desafíos emergentes y contribuir a la sostenibilidad.

  1. Enfoque Práctico y Fragmentación del Conocimiento:

El mundo laboral contemporáneo se caracteriza por un enfoque marcado en el desarrollo de habilidades prácticas, a menudo favoreciendo la fragmentación del conocimiento. La presión por resultados inmediatos impulsa la búsqueda de soluciones rápidas, relegando a un segundo plano aquello que Stephen Covey definió como «importante pero no urgente» en la agenda ejecutiva. Este enfoque, si bien puede ofrecer respuestas inmediatas (recetas), a menudo compromete la capacidad de abordar problemas de fondo que requieren tiempo, reflexión y una mirada holística compartida con los stakeholders.

  1. Liderazgo Moral

Ante estos desafíos, se hace evidente la necesidad de un cambio de paradigma en la gobernanza y el liderazgo empresarial e institucional. Más allá de buscar únicamente el beneficio económico, los líderes deben adoptar un liderazgo moral. La idea de que «el negocio de los negocios es la sociedad» cobra más relevancia que nunca. Este enfoque implica considerar no solo los intereses de la empresa, sino también su impacto en la sociedad, el medio ambiente y la ética empresarial.

  1. Estrategia Centrada en la Persona y la Sociedad:

Una estrategia centrada en la persona y la sociedad implica ir más allá de los objetivos financieros a corto plazo y sensibilizar a todo el sistema ampliando la percepción del cambio paradigmático. Considerar el impacto social y ambiental de las operaciones empresariales se convierte en una parte integral de la toma de decisiones para lo cual es imprescindible profundizar la empatía. Este enfoque sostenible no solo beneficia a la comunidad y al medio ambiente, sino que también fortalece el aprendizaje permanente de las empresas y stakeholders en un mundo cambiante.

  1. No Postergar lo Importante

Postergar aquellas cuestiones importantes pero no urgentes tiene consecuencias a mediano y largo plazo: los tiempos se aceleran. En un contexto en el que la inmediatez predomina, la postergación de la reflexión estratégica y la planificación a largo plazo resulta perjudicial. La obra de Covey destaca la importancia de equilibrar la atención entre lo urgente y lo importante para lograr un liderazgo efectivo y sostenible.

  1. Gobernanza Consciente en el Sector Privado

En este escenario, el sector privado, con su dinamismo y capacidad emprendedora, emerge como un agente clave para impulsar cambios significativos. La transformación profunda comienza en la gobernanza empresarial, donde la toma de conciencia se convierte en el catalizador de un cambio auténtico. Colocar a la persona, la ecología humana y la sociedad en el núcleo de la estrategia empresarial se vuelve esencial para construir un mundo laboral con significado y propósito.

  1. Storytelling

Para llevar a cabo efectivamente la transformación, es necesario comprometerse en la construcción participativa de narrativas basadas en la comprensión del contexto, el respeto con la diversidad y la singularidad. La responsabilidad de la gobernanza es fundante para liderar las narrativas que encaucen como guía ética las decisiones y acciones organizacionales. Institucionalizar un proceso de colaboración entre líderes, empleados y otras partes interesadas en la creación de estas narrativas compartidas es esencial para sostener la gestión en el sistema: permite abrir

un espacio relevante al conocimiento implícito  propio de los grupos humanos. La construcción de narrativas es la via regia para potenciar el autoconocimiento, crear cultura sostenible, gestión eficaz y eficiente, transferencia de liderazgo y gobernanza con propósito y sentido.

Al situar a la persona, la ecología humana y la sociedad en el centro de la estrategia empresarial, se establece un fundamento sólido para construir un mundo laboral que trascienda los desafíos actuales y se erija como un faro de significado y propósito en un entorno en constante evolución. En este llamado a la acción, reside la oportunidad de no solo enfrentar los desafíos contemporáneos, sino también de transformar la adversidad en un motor de cambio positivo y sostenible para las generaciones venideras.

mp

10-11-23

 

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