En un mundo donde el desarrollo de negocios está directamente relacionado con el deterioro ambiental y socioeconómico, surge una profunda crisis existencial y falta de sentido que plantea preguntas fundamentales sobre el propósito y consecuencia de nuestras acciones. La interconexión entre el progreso económico y la degradación del entorno natural y social ha dado lugar a una sensación abrumadora de desconexión y falta de rumbo.
Esta percepción sombría ejerce presión sobre la clase dirigente y la gobernanza, exigiendo una seria reflexión y acción en relación con la crisis sistémica que nos encontramos atravesando. El reconocimiento de que el enfoque actual no es sostenible en el largo plazo ha llevado a un punto de inflexión, donde la toma de decisiones conscientes y éticas se vuelve imperativa para redefinir nuestras prioridades y metas. Contamos con los recursos materiales, es necesario un cambio ético de conciencia de lo perentorio de la realidad que afrontamos
Si bien ya se multiplican las empresas que tienen en cuenta la agenda de los ODS (objetivos de desarrollo sostenible de la ONU) y han adherido a pactos globales, la velocidad de la crisis exige otra agilidad y prácticas concretas. Observar cómo el indicador de “Día de Sobregiro de la Tierra” o “Día de la Deuda Ecológica” se muestra cada vez más cercano al comienzo de cada año da cuenta de la “crisis en el sistema de percepción” sobre nuestra realidad
En este contexto, es esencial forjar consensos y coordinación de acciones entre los diferentes actores de la sociedad, fomentando un entendimiento compartido de la urgencia de cambiar nuestras formas de operar. La cooperación entre gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos individuales se vuelve fundamental para abordar de manera integral los desafíos que enfrentamos.
No obstante, el cambio necesario va más allá de la creación de acuerdos que frecuentemente quedan en declaraciones: requiere una transformación profunda en la mentalidad y las prácticas de las organizaciones. Se trata de un cambio de paradigma, donde el enfoque en el beneficio económico inmediato ceda ante la consideración cuidadosa de los impactos a largo plazo en el medio ambiente y en las comunidades. La conciencia de que somos parte indivisible de la naturaleza debe guiar nuestras decisiones, recordándonos constantemente que nuestras acciones reverberan en el futuro de la humanidad y las generaciones venideras.
Esta reflexión profunda nos lleva a un punto de inflexión: debemos reconectar con nuestro entorno y asumir la responsabilidad individual y colectiva no sólo de preservarlo sino de regenerarlo. A medida que avanzamos hacia un futuro incierto, el desarrollo sostenible se convierte en una brújula que nos orienta hacia la prosperidad y supervivencia a largo plazo. Este camino exige valentía y determinación para desafiar las normas establecidas priorizando el bienestar del planeta y sus habitantes por encima de los intereses sectoriales de corto plazo.
En última instancia, enfrentar la crisis existencial que surge de la intersección entre el desarrollo sostenible y el deterioro ambiental y socioeconómico requiere una reevaluación profunda de nuestros valores y acciones. Solo a través de la colaboración, la reflexión sincera y la voluntad de cambiar podemos esperar un futuro en el que el propósito y el sentido de nuestras acciones se alineen con la construcción de un mundo sostenible y próspero para todos.
Hacia la Acción Sostenible: Etapas para la Transformación Organizacional.
Desarrollo de Negocios Sostenibles
El ámbito privado, con sus recursos materiales y de capital humano, está en condiciones de producir y liderar cambios relevantes para abordar la problemática que planteamos dentro de las propias organizaciones y en relación con otras instituciones.
Algunas etapas clave en el ámbito organizacional:
- Conciencia y Educación: La primera etapa implica la sensibilización de la gobernanza de máximo nivel, los líderes y los empleados sobre la importancia de la sostenibilidad y la necesidad de cambiar paradigmas. Talleres, capacitaciones, intercambios abiertos y campañas de concienciación pueden ayudar a difundir el conocimiento necesario acompañando la implementación de acciones concretas.
- Evaluación de Impacto: Las organizaciones deben realizar una evaluación profunda de sus prácticas actuales y su impacto ambiental y socioeconómico. Esto permite identificar áreas problemáticas y establecer una base de datos para medir el progreso a lo largo del tiempo.
- Establecimiento de Objetivos Claros: Definir metas y objetivos claros en relación con la sostenibilidad es esencial. Estos objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y limitados en el tiempo Existen múltiples herramientas y certificaciones que permiten medir para gestionar eficazmente y dar cuenta pública de los compromisos asumidos y su grado de cumplimiento ante todos los stakeholders.
- Integración en la Estrategia: La sostenibilidad como propósito debe incorporarse a la estrategia general de la organización y en su modelo de negocios. Esto implica la revisión de estatutos, contratos, procesos, la identificación de áreas de mejora y la incorporación de prácticas más sostenibles en todas las operaciones, dando respaldo a los ejecutivos encargados de gestionar.
- Comunicaciones: diseñar y sostener un proceso creativo de una narrativa viva en común con los stakeholders facilita una mejor gestión a partir del compromiso con la visión y la apertura al aprendizaje permanente en contextos cambiantes.
- Asignación de Recursos: Es fundamental asignar los recursos necesarios para llevar a cabo las iniciativas sostenibles. Esto incluye tanto recursos financieros como humanos, y demuestra el compromiso real de la organización.
- Innovación y Colaboración: Fomentar la innovación y la colaboración interna y externa da lugar a soluciones creativas y prácticas sostenibles. Las alianzas con proveedores, clientes, organismos públicos y otros actores es una práctica necesaria y resultante de los caminos de mejora hacia la sostenibilidad.
La transformación hacia un enfoque sostenible requiere tiempo, compromiso y colaboración, y lo estamos tomando en exceso. Ya sea a nivel organizacional o público, cada paso en esta dirección es fundamental para construir un futuro posible, equitativo, inclusivo, saludable y con propósito para las generaciones venideras.
mp
10/8/2023
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