A continuación Cito conceptos de Sebastián Campanario expresados con mis palabras, escuchados en su presentación en el evento de “Negocios del Futuro” (#negociosdelfuturo) de La Nación y en su artículo publicado en este medio cuyo link copio e invito a leer: https://www.lanacion.com.ar/2174405-no-culpen-robots-pongan-cambios-sociales-mira
1. La velocidad de los #cambios sociales está superando en demandas al avance de la robótica y los cambios tecnológicos.
(Aporta información de estudios y escritos de autores que dan fundamento a esta mirada y abren posibilidades de reflexión sobre estos temas de especial resonancia por su impacto en el mercado de trabajo y estilos de vida).
2. Alude al economista Tyler Cowen quien dijo: “en lugar de preocuparnos tanto por la automatización del empleo deberíamos poner foco en cómo adaptar a las personas de más de 50 años al nuevo contexto laboral, algo que en términos de desafío y potencial resulta mucho más relevante (y subestimado)”.
3. Cita palabras de Louis Hyman, profesor de Cornell e historiador económico, quien sostiene que la “#gig economy” (economía de plataformas digitales) es síntoma y no causa de un mercado laboral que tiende a la precarización y al trabajo independiente. En su opinión las plataformas de internet no hicieron más que consolidar la crisis y sacar provecho de algo preexistente.
Tomo estos 3 comentarios y expreso mis inquietudes con respecto al impacto desparejo de estas problemáticas en las organizaciones, coincidiendo totalmente con la necesidad de “leer el sistema desde el cambio en lo social”.
La dispersión de la tecnología, el conocimiento y la base educacional/formativa:
• no se ajusta ni se distribuye en forma pareja para toda las organizaciones, individuos, regiones, países.
• combinada con el contexto económico genera rutinas defensivas en la gestión de las empresas e individuos, y en forma diferente según los tipos de organización (más allá de las crisis para algunas irreversibles).
Las empresas PYME sobre la base de su estadio de desarrollo, profesionalización, transferencias de liderazgo y conocimiento enfrentan dificultades y posibilidades de adaptación muy diferentes en cuanto a la tecnificación y políticas de Capital Humano.

Creo que es relevante diferenciar el impulso al “espíritu #emprendedor” del de “generación de #emprendimientos”; evitar la creencia generalizada de que cualquier persona puede encarar su propia empresa sin considerar los costos y frustraciones que pueden resultar. Las estadísticas invitan a ser cautelosos y dimensionar el “tú puedes” como sobreactuación de la singularidad de los talentos transformada en cantos de sirena indiscriminados.
Los cambios sociales realmente están imponiendo agendas que llaman a que todas las partes interesadas, gobierno, corporaciones, empresas, instituciones educativas, profesionales, tomemos conciencia de la transformación de paradigmas pasando de la tribuna (y declaraciones esperanzadoras) al campo de juego de la #colaboración y #cooperación. Otros tiempos, otras dinámicas, otras velocidades…irreversibles.

Coincido con Sebastián Campanario cuando cierra su artículo diciendo: “es probable que la avalancha de #robots que se anticipa en los pronósticos no llegue tan rápido ni a escala tan masiva, pero la invasión de monotributistas e hijas e hijos demandantes, en cambio, sí es una realidad palpable”.
mp
28/9/18

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