El tránsito hacia el escenario o cualquier lugar de exposición personal suele cambiar la percepción de su realidad a quienes tienen temor escénico.
Aparecen todas las voces internas que disparan el desafío y surgen emociones que van desde el miedo y la parálisis hasta la construcción de modelos de comportamiento estereotipados de falsa seguridad (ver : https://empowering.com.ar/2018/02/07/barreras-emocionales-en-oratoria-temor-a-exponerse-y-ocultamiento/)
En nuestros diálogos internos se encarnan todos los vértices del riesgo de la auto-exposición: voces del miedo, la comparación, juicios sobre lo correcto e incorrecto, cómo seremos vistos y evaluados, vergüenza por los posibles resultados.
La búsqueda de aprobación nos dirige a los recursos que generalmente aparecen más a mano para zafar: las técnicas de fachada para evitar la apertura personal.
Cuál es el costo?: perdemos presencia y capacidad de vínculo auténtico con el oyente.
Como exponíamos en la nota citada, Fernando finalizó su presentación sin haber percibido contacto, impacto, influencia genuina para su llamado a la acción. Básicamente “se defendió”, sorteó obstáculos pero la percepción y autopercepción de su desempeño fue magra.
El trabajo esencial para lograr la soltura y fluidez necesarias, generar identificaciones, experiencia emocional que movilice, conexión, tiene que ver con 3 aspectos:
- La relación de nosotros oradores/comunicadores con el tema. Qué significa para nosotros? Qué valor específico tiene?
- El valor del tema para los oyentes/auditorio (propuesta de valor percibida). Qué se van a llevar? Qué cambio de mirada o nueva forma de hacer muestro? Qué darse cuenta facilito?
- La disposición en presencia del orador empoderando auténticamente al auditorio como beneficiario de la relación (propuesta de valor para…los oyentes!)
Para tal fin, el entrenamiento debe enfocarse en el autoconocimiento del orador a partir de las 3 dimensiones planteadas y el trabajo personal para lograr el estándar de influencia e impacto deseados.
Es factible lograrlo y aprenderlo?
Nuestra respuesta es SI: aprehendo y reaprendo, resignifico, pongo en auténtico valor para los demás. En el mensaje “te incluyo, me incluyo, nos incluimos”…y el resultado acompaña y realimenta un devenir vincular valioso.