La propuesta de Self Branding Organizacional (http://elcoachingorganizacional.com/self-branding-organizacional.php) está alineada con lo que expresa Stan Rap en su art. “verdadero compromiso?” publicado en la Revista Gestión.
Dice un párrafo del mismo: “En su forma más genuina, más allá de sus tentadores beneficios, el liderazgo es visto como una propuesta incierta e incontrolable. Reconocido o no, el temor intuitivo de una compañía es que los líderes no “lleven puestos” los valores corporativos sino los suyos, y que al tratar de imponer sus propias causas prendan fuego a la organización. Permitir que los verdaderos líderes habiten a conciencia en el sistema podría destruirlo, pues reordenarán el equilibrio de poder sin considerar las consecuencias prácticas. Esta preocupación puede considerarse razonable, ya que es lo que han hecho algunos líderes poderosos a lo largo de la historia. Pero es algo que sólo ocurriría si destruir el sistema fuera el propósito de su liderazgo. ¿Qué pasaría si el propósito fuera protegerlo? ¿Si los líderes estuvieran convencidos de que proteger a la compañía es, también, proteger su propia capacidad de vivir sus valores personales día a día en el trabajo?.
¿Es posible algo así? Cualquier experto en comportamiento humano dirá que si lo que se quiere es una relación con compromiso emocional, las personas deberían poder ser fieles a sí mismas. Y este es el problema que las compañías deben resolver para obtener lo que más quieren de sus gerentes. No lo sería si la estructura organizacional considerara que son componentes estandarizados con un tope de expectativas de desempeño. Pero si una compañía quiere lo mejor de lo que esos individuos están dispuestos a dar, tiene que liberarlos para que puedan brindarlo. Sólo garantizándoles a sus gerentes esa libertad logrará convertirse en la organización confiable que pretende ser. La empresa también se sentirá libre; libre de la costosa carga de estimular falsamente un compromiso superficial. Los gerentes obtendrán lo que siempre han querido, y lo mismo le sucederá a la compañía”.
Otros conceptos: “La compañía en la que trabajamos no se alineará naturalmente con nuestros valores personales más profundos. Somos nosotros los que debemos alinearnos con nuestros propios valores y luego hacerlos funcionar en la compañía. Tenemos que convertirnos en verdaderos líderes.
¿Somos capaces de hacerlo? A pesar de que algunos quieren hacernos creer lo contrario, el liderazgo es innato en todo ser humano, y sólo tenemos que saber por dónde empezar. Los líderes parten de una aguda conciencia de lo que es más importante para ellos, y de un deseo profundo de rehacer el mundo que los rodea. Esta conciencia, presente en los grandes líderes de la historia, surge cuando los valores personales se ven sometidos a extrema presión. Si queremos saber si algo es importante para nosotros, basta con encontrar a alguien que intente quitárselo”.
No existe posibilidad alguna de sostener consistentemente el aporte de lo mejor de los individuos si las organizaciones no ponen foco en el alineamiento y compromiso centrado en valores.
Recomiendo la lectura completa del artículo. http://ar.hsmglobal.com/notas/61042-verdadero-compromiso.
MP