Leímos un artículo en el que señalaban que  el mundo ingresó a una nueva era económica en que la velocidad para crear es más importante que el desarrollo de habilidades y competencias, y que el management deberá evolucionar con ella.

Refiere luego el autor que la gestión se inventó para encontrar las respuestas a cómo conseguir que la gente hiciera las mismas cosas, una y otra vez, con variaciones mínimas y una eficiencia creciente.

Desde mi óptica, la gestión,  que involucra al management,  evolucionó en cada momento histórico, de acuerdo a los desafíos que la misma evolución tecnológica produjo en todos los órdenes de la cultura humana. También en lo concerniente a la creatividad e innovación. En efecto, esta problemática entra también dentro de nuevos modelos de gestión que pasaron de la consideración del recurso humano como insumo a la del  capital humano y sus talentos singulares, como motor de la sustentabilidad de las organizaciones. La convocatoria al desarrollo y retención de talentos basada en las motivaciones y necesidades que integran lo profesional con lo personal ha inspirado un management renovado y diferente al tradicional de mando y control.

La gestión también debe responder a la velocidad de lanzamiento de nuevos productos y servicios e integrarse efectivamente en un modelo que priorice la innovación y la creatividad inmersa en ciclos cada vez más cortos. Es todo parte del mismo y único proceso de la acción que da sentido a los componentes y etapas de cualquier proceso.

MP

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